19.6.08

SUCRE DESDE LA RECOLETA

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…”Juntas grande fortuna.

Y en Potosí y en Lima

sacas jornal al cerro y a la sima.”

Francisco de Quevedo, Discurso moral

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POTOSÍ NOMBRA LA RIQUEZA, Bolivia al Libertador, Sucre al héroe de Ayacucho. La tierra generosa que alimentó al imperio español y honró a los próceres venezolanos de la Independencia parece condenada a la pobreza, a la quiebra social y política. Sucre es la capital histórica de Bolivia, fundada en 1540 como La Plata. Potosí era la plata y La Plata la burocracia. Hoy son tranquilas y provincianas ciudades convento a las puertas del cielo (cuatro mil metros, cordillera central). Recorrimos Sucre en largos paseos con la arquitecta Gisela.

ATARDECER EN EL ALTO DE LA RECOLETA, SUCRE

Al pie de la Recoleta se tiende el damero hispano punteado de iglesias y los tejados abrochan la perspectiva de las calles, mejor trazadas que las de Potosí. Nos impresionó la Universidad, las pancartas estudiantiles colgando del patio de los jesuitas.

CENTRO DE SUCRE

Allí se proclamó en 1809 la primera secesión de la América hispana. Asistimos a una romería y Mauricio se contagió de la devoción popular, dejando un generoso donativo en la ermita del santo.

POTOSÍ

CALLEJÓN DE POTOSÍ CON SILUETA DEL CERRO RICO

POTOSÍ, CALLE DEL MERCADO

Más que el Cerro Rico nos cautivó en Potosí el convento de Santa Teresa, su resuelta abadesa utrerana. Alma telúrica, desaliño de campamento minero, rostro barroco Potosí, joya gastada del Ande; piel ecléctica y republicana Sucre, paloma blanca del Altiplano.

LLEGANDO AL MERCADO DE TARABUCO

ENTRE SUCRE Y TARABUCO, por tierras de los yamparaes, se conservan sencillas casas campesinas de sabor hispano: volúmenes rectangulares que tienden al patio, cercas de piedra y adobe, cubierta de par y nudillo, teja omnipresente. La teja encarna la resistencia de esta arquitectura relicta, pues asoma por los cerros pelados la calamina.

MERCADO DE TARABUCO

Tarabuco reúne el mayor mercado de la comarca. Destaca en la distancia la mancha oscura de sus tejados. Tiene plaza mayor. En su mercado late un mundo antiguo, leve y profundo, cercano e inasible. Compramos una bolsa de hojas de coca, bálsamo de las alturas.

PAISAJE DE PUNA ENTRE POTOSÍ Y UYUNI

CERCA DE PULACAYO

DE POTOSÍ A UYUNI cruzamos las sierras de los Frailes y de los Chichas en compañía de Basilio y Gregor, guías quechuas de Potosí. Más de doscientos kilómetros de carril tortuoso: la puna desierta, extensos prados de paja brava, rebaños de llamas; la hacienda de Zárate, frontera de lo hispano, semiabandonada, con su corral de llamas; la mina de Porco, boca del infierno; media docena de poblados pequeños y sin luz… en la inmensidad de la noche andina unas tristes bombillas alumbran la mina cerrada de Pulacayo, el Potosí boliviano del siglo XX, donde un día jugó el River Plate.

UYUNI, ALEDAÑOS DE LA ESTACIÓN

UYUNI DEBE AL FERROCARRIL lo que Potosí al Cerro Rico. Los raíles conectaron este altiplano desolado con La Paz y el Pacífico para violentar mejor su entraña mineral. Al borde del salar parece una de esas ciudades pioneras del western surgidas del humo de las locomotoras. Pese a las minas obsoletas sigue siendo un pueblo estación; ahora espera al turismo. Disfrutamos como niños en su cementerio de trenes.

CALLE DE UYUNI

Nos alojamos en el hotel Los Girasoles, donde toda la madera es de cactus del salar. (Temí por los cactus cuando Mauricio sugirió a la dueña extender el negocio a las artes de la papelería y otras).

ENTRANDO AL SALAR DESDE COLCHANI

LADRILLEROS DE SAL

EL SALAR DE UYUNI se formó al secarse hace diez milenios el lago Tauca. Cercado de volcanes, con islotes donde crecen enormes cactus, en temporada seca es una inmensa llanura de sal cuarteada en poliedros. Entramos por Colchani. Gregor puso rumbo al norte. ¡Nunca habíamos visto tan lejos, cientos de kilómetros!

EL TUNUPA DESDE EL SALAR

Arribamos a la orilla del volcán Tunupa. En su falda, un puñado de humildes aldeas. Una familia nos dio a comer un pan de dioses. Ascendimos por el Tunupa, casi hasta la cumbre (Mauricio se rajó, yo casi me muero).

LA FAMILIA DE DON MARCO, AL PIE DEL TUNUPA

Por la noche, en Jirira, Basilio contó la leyenda del salar: Tunupa, bella del Altiplano, despertó los deseos del volcán Sajama, en la cordillera occidental, y del cerro Potosí, gallito de la oriental. Sajama, buen galán, parecía el elegido, pero el astuto Potosí enamoró a Tunupa y la preñó. Sajama castró a Potosí. Cuando nació el niño, Sajama lo arrancó de su madre y lo mató. Tunupa saló con lagrimas desconsoladas el mar infinito de su leche esteril.

ISLA DEL PESCADO EN EL SALAR DE UYUNI xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx VIAJE DE TRABAJO, EXPLORACIÓN Y AMISTAD CUMPLIDO EN OCTUBRE DE 2004